miércoles, 31 de mayo de 2017

Y, si no es con el CRAS, ¿cómo haces esto?

A nadie le gusta andar con explosivos dentro de su propia casa. Mucho menos, utilizar productos explosivos en el interior de un edificio en el que no queramos causar un daño importante. Por ello, realizar una demolición de un bloque de hormigón en el interior de un recinto cerrado y cubierto es un reto que solo puede superarse utilizando cemento demoledor: es una partida que solo el CRAS puede ganar.


El proyecto que presentamos en este artículo consistía en la demolición de un bloque de hormigón dentro de una galería fabricada con el mismo material.


La utilización de explosivos en este entorno es, simplemente, inimaginable. Incluso el uso de pequeñas cantidades de explosivos para realizar pequeñas demoliciones podría provocar peligrosas proyecciones de material y vibraciones que podrían afectar a la estructura del edificio. Tampoco es posible el uso de maquinaria pesada para realizar la demolición del bloque, dadas las dimensiones reducidas de acceso al recinto en el que se había de llevar a cabo la demolición.




En las fotos se aprecia la perforación realizada en el bloque de hormigón, el primer paso en los proyectos de demolición que se llevan a cabo con cemento expansivo. Tras verter el mortero en estas perforaciones, la reacción expansiva de hidratación genera la suficiente presión sobre el hormigón como para producir la rotura del mismo al cabo de pocas horas.



El resultado es un escombro que se puede retirar fácilmente, dando por concluida satisfactoriamente, en pocas horas, una demolición que, a priori, no parecía sencilla de llevar a cabo, y que el uso de CRAS acabó por hacer posible.